EL
PROFETA DE LOS MUDOS
De tanto zurcir bocas
otro dialecto emergió,
reacción que arpegió
en pestañas y manos zocas,
en pies, mohines y sudores,
otro idioma…
…otros corazones.
1
[Y la pupila del profeta dijo:]
Callar
el aleteo de sus brazos
Y
el balanceo del mentón.
¡Callar
el líquido tic de sus fracasos
Apreciar
Que
no es condición necesaria,
Ni
armonía involuntaria
Enmudecer
para escuchar;
Bien-apreciar
Que
aún perdiendo el habla,
Certero
golpe lanza
el
dedo índice al enjuiciar.
[y al ver los llorosos ojos del mancebo, continuó]
Peor
para el amante-amoroso
Poseedor
de resplandecientes elogios,
Pues
aun repleto de vastos jardines,
Habrá
de abrazar sólo rocas y jazmines.
[y al ver los pies del
indiferente, continuó]
Buena
fortuna ostentará el granuja,
Quien
briba en yermo paraje,
Hará
que la flor de la moza estruja
Al
extirpar de su ceño un brebaje;
¡Oh!
crápula: aquella-bella y crédula muda,
Que
sucumbió con mirada encandilada,
Podrás
tenerla siempre desnuda
Pero
jamás lograr que se sienta amada.
[y
al ver los pómulos de la inocencia, continuó]
Sin
duda ganarán los niños,
al
domar cada uno de los hilos;
Pues
de la serpenteante hebra nacerán sonrisas,
y
cada sonrisa un canoro himno.
Así
entenderán que en impúberes y gurisas
Se
halla la jerigonza de los hombres del futuro.
[y
al ver las arrugas del pensativo, continuó]
¿Con
cuánta ropa el ataúd se queda?
Elegir
bien entre algodón, lino, lana o seda;
Pecado
sería permitir que tanta vida-muera sin estética,
Y
de locos abrigar la resplandeciente piel con fibra sintética.
[y al ver los zurcidos labios de la
multitud, continuó]
Cuánta
pena recae en mí sin amarlos
Al
ver sus bembos remendados.
Les
exhorto a besar con los brazos,
Al
absurdo intento de cortarlos.
Pues
al final hicieron lo que quisieron.
Pues
al final amaron lo que desearon.
Caminaron
sobre piedras erguidos,
Subieron
firmes por la escalonada
y
Verán
que van
De bajada
Los hombros,
de quienes hoy son mudos…
…de quienes siempre fueron sordos.
2
[El
profeta cerró los ojos, y con ellos dijo:]
Si
el corazón era ritmo: ¿por qué hicieron tanto ruido?
Jamás
entendieron que las mentiras y verdades
Coincidían en el melódico suspiro.
[y el profeta se desvaneció en la espontánea
ceguera de la muchedumbre][punto-final]
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